Como no hay
dos sin tres y espero que se sigan sumando una tras otra, celebramos la tercera
reunión de los 65 de Calvo Sotelo.
Esta reunión
se predecía menos numerosa, fácil de baremar por los pocos correos cruzados
entre nosotros, pero esta cuestión, ha facilitado tanto a mí como al resto
de los asistentes, nos diera la
oportunidad de conocernos un poco mas personalmente, compartiendo parte de
nuestras vivencias pasadas, actuales y nuestros planes de futuro.
Nos hemos
contado vivencias de nuestros años de infancia, como nostalgia han aparecido
cantidad de anécdotas, que durante la velada salieron a relucir, dando paso a
un sinfín de risas, incluso poniendo en aprietos a más de uno.
Hemos
recordado, desde antiguos profesores, pasando por antiguos compañeros, que, a día
de hoy no están entre nosotros, según me detenía entre grupo y grupo,
escuchaba, las conversaciones entre nosotros, como si ¿Luis, compartió clase
con Boni o si no lo hizo?, entre otras cuestiones a relucir, fue, si una
compañera,
“Que ni
yo mismo supe, a pesar de haberme pegado con ella y su hermana fuera del cole”,
¡¡cosas de chiquillos!! Te pido perdón públicamente…….. Hasta hace poco
tiempo que compartió curso, no en la misma clase, no fui yo solo, mi amigo
Luis, también le había ocurrido, nuestra amiga Ana Victoria, desde aquí tenemos
que decir que tiene una criatura preciosa, de todo el curso, te damos la
enhorabuena.
Trastadas de
todos un poco, como Fernando Miguel, que se metía al final del aula entre los
abrigos, esa mano inocente que furtivamente, deslizaba sus dedos quitando a
nuestra profesora de matemáticas, esos cigarros llamados Bisontes, o cuando nos
castigaron sin comer y por arte de magia una persona que tiene una frutería
apareció con unas barras de pan para socorrernos, no sé, hay tantas y tantas
historias que sacaremos a relucir en estas reuniones.
Pienso, que al igual que como me ocurre
a mí, a muchos de nosotros requeriríamos volver a estos años atrás, para
intentar hacer alguna cosa, o rectificar algún momento ocurrido, que no quedáramos
satisfechos con nosotros mismos, desde ser menos trastos, o más quién sabe,
hasta decidirnos a dar el beso que no nos atrevimos en ese momento a la chica o
chico de la clase que nos gustaba y por nuestra forma de ser nunca se lo dimos,
recordando esos momentos imprecisos hoy día, ¿hubiera cambiado nuestra vida por
ese beso?, quien sabe, MMMMnnnnnnn, aún no es tarde para poder dársele.
Sera cuestión
de pensárselo……………con esto finalizamos, hasta que nos pongamos en marcha para
la siguiente reunión, espero que las fotos sean de vuestro agrado.
F.DE GUSTIN.
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Hay que ver que bien lo paso con vosotros,la cena puede estar mejor o peor pero para mi el rato que pasamos juntos hablando del pasado merece la pena ,bueno hablando del pasado y del presente pero es que sobre todo recordar aquellos años que apenas recuerdas pero siempre hay alguno que te refresca la memoria,eso es genial
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